CERRADO La Sandía

Avenida Río San Ángel No.86-B

Entre Revolución y Insurgentes, a un lado de Plaza Inn

Col. Guadalupe Inn, Alvaro Obregón

Tel. 5662-4583

Lun-dom 9-18 hrs$100 - $150
Abierto en Domingo, Area para niños, Buffette, Desayunos, Ideal para grupos grandes, Reservación recomendada
 
( )
 
( )
Fonda bastante linda, en donde los empresarios y empleados de la zona pueden comer rico con sazón casero. Cada día los platillos son diferentes, así que puede que te aburras del paisaje, pero no de la comida.
La Sandía es una pequeña fonda-restaurante que, desde hace 15 años, ha permanecido en el gusto de los habitantes de la zona, ya que se caracteriza por tener un sazón cien por ciento casero y platillos diferentes cada día del año, que además van de acuerdo con las estaciones. Al cruzar la puerta de este lugar, todo el ruido de Insurgentes y Revolución se desvanecerá en un comedor de sillas verdes de madera desgastada (suponemos que es a propósito y no porque desde que abrió nos las han vuelto a pintar), mesas de latón y una pared repleta de bodegones, paisajes y repujados que aluden al fruto que le da nombre a este espacio.
Generalmente no hay nadie que te reciba, así que no seas tímido y siéntate en la mesa que más te guste. Al cabo de pocos minutos alguno de los meseros se te acercará para ofrecerte algo de tomar. Si de vinos no tienes ni idea, y piensas pedir opinión a los meseros, ellos menos la tendrán, así que mejor quédate con el agua de frutas naturales, que además va mucho más acorde con el estilo del lugar. Si de amabilidad se trata no hay ningún problema, los meseros siempre te contestarán con una sonrisa y de manera muy cortés, aunque no se obtienen los mismos resultados con su memoria, ya que de vez en cuando se les olvida que estás ahí.
Podrás esperar horas una carta que no existe, hasta que te desesperes y llames a un mesero, quien te dirá, cual merolico, todos los platillos de ese día. En variedad no hay mucho de donde escoger: sopa de pasta o crema de algo, dos guisados fuertes y dos tipos de guarniciones. No vale la pena recomendar alguno en especial, ya que si lo quieres probar seguramente tendrás que ir a diario y esperar que algún día te toque, pero sí es importante mencionar que la sazón casera se nota en cualquiera. Nada muy sofisticado, la comida de La Sandía es más bien sencilla. Si fuera una persona sería muy amigable y cálida.
La barra de ensaladas es de lo mejor. Entre cinco diferentes siempre habrá alguna que te encante y otra que no podrás resistir probarla. Todas son muy sencillas, como verduras al vapor con un delicado y cremoso aderezo de mostaza y pimienta, o lechugas frescas con un ligero y bastante dietético aderezo de yogur y eneldo –en un principio es medio ácido pero poco a poco las hierbas le darán un toque de dulzura que equilibrará todo el plato–, o una súper fresca combinación de jícama y piña. La neutralidad de la jícama y su fuerte consistencia se contrapone con la suave y dulce piña, ambas frutas muy jugosas crearán una explosión líquida en tu boca. El tipo de gente que acude es tan variable como sus platos.
En las mañanas verás a las señoras de San Ángel que fueron a desayunar con sus amigas después de ir al salón de belleza. A la hora de la comida, y entre semana, verás a hombres y mujeres que trabajan por la zona; y los fines de semana es común ver a familias enteras, en las que la mamá seguramente quiso darle el día a su cocina. No es un lugar para ir de fiesta o de reventón, sino para comer rico, tomarte un cafecito y listo. Si vienes de lejos tal vez no valores esta fondita, pero si eres de la zona y no haz ido vale la pena que lo hagas.